Los incunables son ediciones hechas desde la creación de la imprenta hasta principios del siglo XVI. Los incunables, por muy diferente que sea cada uno, tienen numerosos puntos en común. Según Martínez de Sousa (bibiólogo, ortotipógrafo y lexicógrafo) estas son las características de los incunables:
- Carecen de portada
- Falta de letras capitales (se dejaba un hueco en blanco para luego iluminarlas)
- Falta de división del texto
- Sin pie de imprenta
- Están foliados pero no paginados
- Impresos en gran formato
- Falta de signos de puntuación
- Empleo exagerado de abreviaturas a la manera de los códices
- Imperfección de los caracteres en algunos casos
- Márgenes muy amplios
- Papel grueso y defectuoso