Al tratar de documentación clásica, nos situamos en el período precientífico. La naturaleza de las fuentes informativas reside en las propias excavaciones arqueológicas realizadas en depósitos documentales de cierta entidad; en la mayoría de los casos, en las bibliotecas y archivos más destacados de la Antigüedad. En el mundo antiguo fueron los imperios mesopotámico y egipcio, junto con el griego y el romano, los que iniciaron la evolución histórica de documentos. Todo ello hoy en día nos resulta bastante sorprendente gracias a las técnicas que utilizaron para garantizar la permanencia física de los soportes documentales.
En primer lugar, nos situamos en el período precientífico, es decir, desde la Antigüedad hasta finales del siglo XIX. A partir de este siglo la transmisión organizada del pensamiento hará que todo tipo de documentación se sitúe en el ámbito científico. Por este motivo, la documentación clásica empieza a conocerse a partir de la historia del hombre. Entre los factores que contribuyeron a tal evolución, hay que destacar la biblioteca de Alejandría del siglo III a Xto., el mundo romano, los scriptoria medievales, la Escuela de Constantinopla conservadora del saber clásico en el Imperio Romano Oriental, el Renacimiento Italiano, la aparición de la imprenta y la más rápida divulgación del saber, etc.
La evolución histórica de la documentación comprende unas etapas que con el paso del tiempo propiciarán la producción de unas fuentes informativas más modernas. Primero, mencionamos la Prehistoria que dura hasta el año 1665, con D. Nicolás Antonio, cuyas obras más conocidas son Biblioteca Hispana Vetus y Biblioteca Hispana Nova, publicadas en la 2ª mitad del siglo XVII. En la Edad Antigua y en la Edad Media se publica la 1ª revista científica, titulada como Journal des savants ( 1665 ).
Pasamos a la Edad Moderna nombrando a P. Otlet y La Fontaine ( 1893 ), los creadores del Instituto Internacional de la bibliografía sociológica en Bruselas. Su objetivo fue reunir toda la información bibliográfica internacional. Cuando surge la FID ( Federación Internacional de Documentación ), el término documentación empieza a adquirir nuevos matices en torno a su uso que se desenvuelve en el ámbito moderno: sería un termino apto para ser comprendido fuera de los límites de las meras actividades bibliográficas, serviría para designar todo procedimiento vinculado a la difusión de documentos de todo tipo y a todos los campos de la actividad humana. Los impulsores de esa misma iniciativa, con el objeto de extender los conocimientos a nivel mundial, colaboran con Melvin Dewey, el creador de la CDU ( Clasificación Decimal Universal ). Dicho método haría referencia al sistema de clasificación de Bibliotecas usado en la actualidad en muchas bibliotecas del mundo. Hacia 1920 surge la etapa en la que se consolidan nuevas asociaciones de profesionales de la Información. Paul Otlet publica en Bruselas el Tratado de documentación ( 1934 ), el primer libro donde se formulan los principios de la documentación reconocida como ciencia de carácter enciclopédico universal. A partir de la 2ª guerra mundial nace la Informática, ciencia que impulsará aún más las tareas de información y documentación. Aparecen personas especializadas en Información y Documentación, preparadas para captar la información, manejarla y distribuirla a todos los usuarios del mundo. Los ordenadores permiten el acceso a la información, su manejo en tiempo real. La creación de redes interrelacionadas, el microfilm, las tarjetas perforadas como soportes de información, etc., constituirán la base de lo que posteriormente será la industria de las bases de datos.
Por último, nos situamos en la Edad Actual, tiempo contemporáneo que transcurre desde los años 80 en adelante, a mano de los avances tecnológicos que se producen en el campo de la Informática. La información que se transmite es clara, de claridad, costosa y rentable. La información como herramienta de comunicación pasa a resultar my útil, abre el paso a la sociedad del conocimiento. La información se convierte en una fuente de conocimiento indispensable, llega a ser un foco importante respecto a un gran número de personas, abarca todas las ciencias humanas; de modo que podemos hablar de la documentación digital. Convertida en una nueva ciencia informativa, no sólo almacena la información, la suministra y la provee según se demande.