Cuando hablamos de bibliotecas, libros o escritura en la antigüedad, volamos irremediablemente a las culturas clásicas o a Egipto. En esta exposición sin embargo, en lugar de ofrecer información acerca de estas tres civilizaciones nos centraremos únicamente en la civilización griega. En Grecia se produjo una enorme difusión del libro y de la lectura debido principalmente a la aparición de la escritura alfabética (que facilitaba la técnica de escribir) y a la extensión de la enseñanza, que llegó a través de las escuelas y pedagogos, y también a través de los sofistas y de los centros de estudio e investigación, como era el caso de la Academia de Platón o el Liceo de Aristóteles. Estos eran centros en los que se discutía y se trataba sobre filosofía, ciencia, religión, etc., y, además, en ellos se acumulaban colecciones de libros de las que, desgraciadamente, no se conserva nada.
Las bibliotecas dejan en esta época de ser patrimonio de los templos y ya encontramos bibliotecas en casas particulares. Sin duda, en Grecia debemos destacar dos bibliotecas, la de Alejandría y la de Pérgamo.
a) La biblioteca de Alejandría
Alejandría se sitúa geográficamente dentro de Egipto, sin embargo, pertenece a la cultura helenística. Ptolomeo II fundó en el siglo III a. C una institución al estilo griego a la que llamó Museion (Templo de las Musas), que estaba dedicado a la enseñanza y a la investigación. Allí los hombres sabios se reunían, leían, etc. La lectura se hacía en público, en voz alta, por eso era tan importante el espacio abierto, las escalinatas.
No se conoce con exactitud el número de manuscritos que pudo recoger, pero pudo llegar a tener unos 700.000 manuscritos. La biblioteca recogió literaturas de varias civilizaciones de la Antigüedad, así como sus traducciones. La Biblioteca de Alejandría se dedicaba a trabajar con toda esta información, el énfasis, por tanto, estaba puesto en la difusión y no tanto en la conservación de documentos.
Al principio la Biblioteca de Alejandría estaba cerca del Museion, dentro de los recintos del palacio real, pero cuando la cantidad de libros adquiridos sobrepasó su capacidad se decidió abrir una dependencia adicional en el Serapeion (templo dedicado a Serapis). Los manuscritos se conservaban en salas o habitaciones en nichos de madera o de mimbre, los mejores manuscritos se untaban con aceite de lino. Los manuscritos eran reconocibles por el “sillybos” (al que los romanos llamaron “index”), una especie de etiqueta en la que se escribía el título (que eran las primeras palabras de la obra). El receptáculo de madera donde se conservaban los rollos era llamado por los griegos “bibliotheke”, palabra que pronto adquirió el significado de colección de libros.
Existen varias leyendas que cuentan cómo se destruyó la Biblioteca de Alejandría, pero no hay hechos históricos que lo atestigüen. La comunidad internacional, por medio de la UNESCO, ha financiado el Proyecto de Reconstrucción de la Antigua Biblioteca . Este proyecto nació en 1974 y el sueño se hizo realidad recientemente con la inauguración de la Biblioteca Alexandrina. Cuenta con un espléndido edificio y la sala de lectura más grande del mundo. Además, alberga importantes tesoros, muchos ya digitalizados, en una clara vocación de facilitar el acceso a sus colecciones.
b) La Biblioteca de Pérgamo
La Biblioteca de Pérgamo fue fundada, en esta ciudad de la costa de Asia Menor, por Átalo I, aunque no se desarrolló totalmente hasta el reinado de su hijo en el siglo II a. C. Esta Biblioteca estaba organizada alrededor de un templo en honor a Atenea. La Biblioteca de Pérgamo tuvo, según Plutarco unos 200.000 volúmenes, y llegó a rivalizar con la Biblioteca de Alejandría. La tradición atribuye a esta biblioteca el empleo del pergamino como material de escritura.
La Biblioteca de Pérgamo fue en la Antigüedad la segunda en importancia después de la de Alejadría. Ambas compitieron por un tiempo en calidad, número de volúmenes e importancia.
El rey de Pérgamo Átalo I Sóter fue el fundador de la biblioteca y su hijo Eumenes II fue el que la agrandó y fomentó; llegó a acumular hasta 200.000 volúmenes (otras fuentes hablan de 300.000). Allí se estableció una escuela de estudios gramaticales, como había sucedido en Alejandría, pero con una corriente distinta. Mientras en Alejandría se especializaron en ediciones de textos literarios y crítica gramatical, en Pérgamo se inclinaron más a la filosofía, sobre todo a la filosofía estoica, a la búsqueda de la lógica en lugar de hacer análisis filológicos.
Los volúmenes de Pérgamo eran copiados en un material llamado pergamino porque fue inventado y ensayado precisamente en esta ciudad. Al principio los libros eran de papiro pero la leyenda atribuye la creación de este material a los bibliotecarios de Pérgamo, quienes, según la leyenda, tuvieron que buscar otros materiales de escritura después de que Egipto prohibiera la exportación del papiro, y comenzaron a escribir sobre pieles curtidas de animales. El pergamino reemplazaría al papiro, ya que ofrecía mayor durabilidad y facilidad para la escritura, además de que el material podía utilizarse por ambos lados. Alejandría dejó de abastecer a Pérgamo de esta materia, por cuestiones políticas y de rivalidad, y Pérgamo tuvo que ingeniárselas de otra manera. Los historiadores aseguran que la elección de pergamino fue completamente voluntaria y por el hecho de ser éste un material más acomodadizo y duradero.
Parece ser que en esta biblioteca se guardaron como un gran tesoro y durante cien años los manuscritos de Aristóteles, sin hacer ediciones y sin publicarse. Sólo cuando llegaron a Roma y bajo la insistencia y el empeño del político y escritor Cicerón se procedió a editarlos y darlos a conocer no sólo a los estudiosos de las bibliotecas sino a todo el que quisiera leerlos.
En el año 47 a. C. ocurrió el incendio de Alejandría y parte de su biblioteca, a raíz de los enfrentamientos por mar entre el ejército egipcio y Julio César. Según narra en sus Vidas paralelas, más tarde, como recompensa por las pérdidas, Marco Antonio habría mandado al Serapeo de Alejandría los volúmenes de la biblioteca de Pérgamo, que ya había sido saqueada con anterioridad por causa de las luchas políticas que hubo en Asia Menor en aquellos años. Éste fue el fin de la segunda gran biblioteca.
Referencias:
– Biblioteca de alejandría, Historia de la bibloteca más famosa del mundo entero. Consultado: 18:15, 9 de dicimbre del 2010. Página: http://www.portalplanetasedna.com.ar/alejandria.htm
– Historia clásicas, 5 años blogueando sobre la historia de Grecia y Roma. Consltado: 19:00, 9 de diciembre del 2010. Página: http://www.historiaclasica.com/2007/09/la-biblioteca-de-prgamo.html