Esta mañana cuando he atravesado todo Deusto corriendo por cada calle, cada recobeco para hacer más largo el trayecto, me ha dado tiempo a pensar.
Me he dado una paliza en toda regla pero cuando creía que no tenía más fuerza una descarga de adrenalina me empujaba adelante, a seguir un poco más. Hoy es el día clave en el que sabré si en el edificio ese grande que llaman universidad me dicen que sí o que no. Todos me decís que no me van a cortar las alas de este modo. Confío en vosotros.
He llegado a casa y tampoco me podía detener, brincando y llena de energía con procendia desconocida.Saltar, gritar, parece que todo me vale con tal de descargar lo que llevo dentro. Con Shakira de fondo y su Wolf me dan ganas de arremeter contra el mundo; me hace sentir…invencible. Qué tontería ¿verdad? El reflejo en el espejo me devuelve a una Maialen envuenta en un halo de incertidumbre con dosis importantes de resolución y determinación. Que sea lo que los dioses quieran, no discuto. Creo en el destino sobre todas las cosas de este mundo mitad terrenal mitad celestial.
Mírala caminar, caminar