Littera Deusto

Modern Languages, Basque Studies and Humanities

#17

noviembre 21st, 2009 · No hay Comentarios

Maialen estaba sentada, erguida pero con expresión relajada mientras leía un libro. Me acerqué y me senté en el asiento de enfrente. Como esperaba no alzó la vista, ni siquiera me hizo saber que sabía de mi presencia. Seguía leyendo, oja tras oja. Carraspeé pero sólo sirvió para que Maialen se hundiera más en el sillón. La miré expentante, pensé que ahora alzaría la vista. Me equivoqué. Seguía leyendo como si nada.

Por fin me decidí a hablar.

– Que digo…que qué fuerte lo de la saga esa. Qué infantil es Leire.

Ahh, por fin lo conseguí. Maialen alzó la vista y me miraba fijamente. Nunca ha sido fácil de leer. Su expresión suele ser mimética. Su cara es extraña, casi desagradable. Sus ojos brillantes me miran serios e interrogantes a la vez. Parece que por fin se dignaba a hablarme.

– Leire es lo infantil que tú quieras que sea.

¿Qué querrá decir? Leire es lo infantil que es y punto.

– ¿A ti no te lo parece o qué?

– No particularmente.

– Eso es por que tú también ves esa mierda.

Ahora los ojos verdes de Maialen se oscurecieron y parecían casi grises. Colocó el marcapáginas y cerró el libro con una caricia, como si hiciera aquello todos los días. Qué rara es. Me miraba fijamente, apenas pestañeaba y supe, que por fin, tendríamos una conversación.

– ¿Te gusta el chocolate? – su voz era segura, demasiado segura para mi gusto. Tranquila y monotona. Como si aquello no le supusiera ningún esfuerzo, más bien algo que se debía hacer de vez en cuando. Hablar.

Vaya pregunta de mierda, pensé. Qué tendrá que ver. Pero si quiere contestaré.

– Sí, me encanta el chocolate, con leche o blanco.

– Y te gusta el chocolate aunque sabes que a la mayoría también le gusta.

– Pues sí.

– Y te gusta aunque sabes que es malo para la salud, aunque sabes que el sabor dulce que te deja en los labios es sólo un aditivo más.

Vaya hombre, ésta es tonta.

– No tiene nada que ver que a la gente le guste. Vamos a ver, las papilas gustativas le dicen a mi cerebro que disfrutan con el sabor saciante y dulce del chocolate, disfruto con cada mordisco y aunque a largo plazo pueda ser malo para la salud un consumo moderado no perjudica seriamente mi salud. Disfruto de una ingesta responsable.

– Pero a la gente también le gusta. El chocolate tiene millones de fans en el mundo y es un producto con proyección capitalista. ¿Cómo te puede gustar?

– A ver, no tiene nada que ver. Me gusta y punto, me da igual lo que piense la gente. No tiene nada que ver con lo que hablábamos.

– ¿Te gusta el amor? – Los ojos de Maialen adquirieron un brillo juguetón, como si su mente estuviera viendo imágenes sensuales o recordando poemas de amor.

Lo dicho, ésta es tonta. Veamos a dónde quiere llegar.

– Sí, me gusta el sentimiento de querer, de enamorarte, de nervios y de temor a perder a la persona amada. El sentimiento de ser mejor persona, de mejorar a cada momento.

– ¿Qué opinas del desamor? – Su expresión no cambió, sus ojos brillaban de expectación u odio.

– ¿Así sin más? Pues que es una mierda, que es dolor, mucho dolor, injusto o no. Es muerte en vida, emocionalmente insoportable.

– Bien, pues acabas de describir la saga Crepúsculo.

– ¿Qué?

– Que la saga es eso mismo. Amor y desamor. Y te voya a decir más: Crepúsculo es el amor más poderoso del mundo, el amor apasionado, el amor que te eleva al cielo y te hace saborear las mieles más dulces del paraíso. El amor que te hace mejor, el amor que te supera cuya intensidad te hace llorar.
>>Y es el desamor. El desamor que te destruye, que te abre una brecha en el pecho y que sientes que está a punto de estallar pero que en cambio nunca estalla y te llena del dolor más puro y penetrante del más puro infierno. Dolor que te hace gritar y patalear en la soledad de tu cama.
>> Amor y desamor que sienten los protagonistas de la saga. Amor que traspasa el libro y la pantalla, desamor que te hace llorar mientras la actriz escenifica el momento del sollozo desconsolado en la cama.

– ¿Pero la saga no va de vampiros y gilipolleces del estilo?

– La autora, de mejor o peor manera, crea un mundo en el que el amor entre humana y vampiro sea imposible. ¿Qué mejor historia que el amor imposible?

– No sé…

– A todo el mundo le encanta criticar sin saber. Tú no sabes, yo seguramente tampoco. Disfrutas con el chocolate, yo disfruto con la escenificación del amor y desamor. Nada más, si es que te parece poco.

– ¿Estarás aquí cuando salga de trabajar?

– Seguramente.

– ¿Podremos seguir hablando?

– Depende.

– ¿De?

– De ti y de tu crítica fácil.

Abrió su libro y sin cambiar su expresión comenzó a leer de nuevo.

Qué rara es, que frikaza.

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