Littera Deusto

Modern Languages, Basque Studies and Humanities

LA HISTORIA DE LOS LIBROS

noviembre 19th, 2010 · No hay Comentarios

La escritura sólo es imaginable a través de los soportes empleados para albergarla, de los materiales usados para esgrafiarla, tallarla o pintarla. Frente a la cultura oral, cuya única depositaria era la memoria, con el nacimiento de la escritura se dio paralelamente la utilización de múltiples y variadísimos soportes y el desarrollo de muy diversas técnicas para realizarla.

La piedra fue el soporte más antiguo de escritura que ha llegado hasta nuestros días: pero la madera sería realmente el verdadero soporte del libro. Después se encontraron unas tablillas de arcilla utilizadas en Mesopotamia en el III milenio a.C. El estilo, un instrumento en forma de triángulo, servía para imprimir los caracteres en la arcilla antes de ser cocida. Fue la escritura utilizada por los asirios y por los sumerios, una escritura en forma de cuña, de ahí su nombre: escritura cuneiforme. Las tablillas se cocían después para que quedaran solificadas. Los temas sobre los que se escribían eran religiosos, político-administrativos o históricos. Hoy en día podemos disfrutar de estas piezas ya que se conservan muchas de ellas.

En el Antiguo Egipto, las tablillas de madera o marfil del IV milenio a.C., fueron reemplazadas por los volumina (plural de volumen), rollos de papiro, más ligeros y más fáciles de transportar. Fueron los principales soportes de la escritura tanto en Egipto, como en Grecia y Roma.  Los egipcios empezaron a utilizar los papiros, ya que era  mejor que la escritura en tablillas.  Los papiros permitían recoger textos bastantes  extensos. Tenían buena apariencia, eran agradables al tacto y de fácil escritura. Permitía la escritura con tinta y su traslado era muchísimo menos costoso al contrario que con las tablillas. Los papiros se realizaban con una planta que crece en el Nilo, de la pulpa se sacan tiras que una vez extraídas se mojaban para luego secarlas. Su elaboración era muy costosa así que empezaron a utilizar otros materiales como la “ostraka” (trozos de cerámica). Ha sido uno de los materiales más utilizados a lo largo de la historia de la escritura.

Lo más utilizado por los griegos como soporte de escritura fue el papiro, pero no lo hacían como los egipcios: gracias a un nuevo sistema de fabricación consiguieron llegar a hacer folios. Los griegos escribían con pluma sobre estos folios. Los romanos tomaron esta idea de los griegos, por eso los libros griegos les sirvieron de ejemplo a los romanos.  Los cilindros de papiro se llaman volumen en latín, palabra que significa movimiento circular, enrollamientos…, en fin, rollo de hojas escritas, manuscrito enrollado, libro.

Los romanos utilizaban también tablas de madera untadas con cera en las que se podía imprimir y borrar los signos con la ayuda de un estilete (que tenía una extremidad acabada en punta y la otra redondeada). Estas tablas podían estar unidas de manera similar a las de los códices. Servían, por ejemplo, para enseñar a escribir a los niños.

Progresivamente el pergamino fue sustituyendo al papiro. Su producción empezó hacia el siglo III a.C. Conseguido a partir de la piel d los animales (cordero, vaca, asno, antílope, etc.) podía conservarse, por más tiempo, en mejores condiciones. Era un soporte muy caro dada la materia empleada así como el tiempo de su preparación. Así que los romanos empezaron a utilizar otro tipo de soporte llamado códice. Era un libro con páginas separadas pero entrelazadas entre sí por tablas en ambos lados.

Finalizando la Antigüedad entre los siglos II y III, y ya en la Edad Media, el códice sustituyó al volumen. El libro ya no era un rollo continuo, sino un conjunto de hojas cosidas, con lo que el libro o códice adquirió el aspecto rectangular que conocemos hoy.  El códice resultaba más manejable. El formato de los códices fue mejorando con el paso del tiempo. Fue éste un formato tan eficaz que todavía se utiliza hoy, después de más de 1.500 años de su aparición

El papel reemplazó, progresivamente, al pergamino. Una materia más barata que permitió una difusión más amplia del libro.

Para finalizar, gracias a que Gutenberg en 1440 inventó la imprenta dieron paso a la entrada del libro en la era industria. Su éxito fue inmediato y se propagó por Europa. Facilitó muchísimo la copia de textos en comparación con la escritura a mano.

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