Littera Deusto

Modern Languages, Basque Studies and Humanities

Los soportes del libro a lo largo de la historia

noviembre 19th, 2010 · No hay Comentarios

Los libros prehistóricos

Muchísimo antes de la aparición de la escritura, la humanidad ya contaba con la literatura oral. Las narraciones recitadas se valían de seguir una medida rítmica, la inclusión de rimas, etc. para poder ser recordadas y retransmitidas. Estas historias de aventuras, magia y moralejas servían para la consolidación de los vínculos comunitarios y la divulgación de sentimientos religiosos y valores sociales.

3000 a.C. – La escritura cuneiforme

Las primeras civilizaciones en dejar rastros escritos fueron la egipcia y la sumeria. Los funcionarios del templo en Sumeria comenzaron a hacer anotaciones para llevar la cuenta de las riquezas templarias, aunque poco a poco fueron desarrollándose textos de contenido político, religioso e incluso histórico. Al principio, se representaban objetos y conceptos mediante pictogramas y símbolos. El soporte más común eran las tablillas de arcilla, y se cortaban cañas para obtener un utensilio con el que realizar inscripciones sobre ellas.

En Egipto aparecieron primero los jeroglíficos, pero debido a la dificultad de su reproducción, su uso fue reduciéndose a los ámbitos sagrados. La simplificación de tales ideogramas derivó en el hierático (basado en el cual dos milenios después surgiría el demótico), un sistema de escritura más rápida que los escribas podrían emplear en documentos de carácter principalmente formal. El papiro era el material de escritura más manejado, pues permitía recoger textos bastante extensos (su anchura solía ser de metro y medio) y los rollos eran fáciles de almacenar.

2500 a.C. – La escritura del Indo

La escritura del indo está formada por miles de sellos que todavía no han sido descifrados. Se deduce que la falta de textos largos indica que esta escritura estaba limitada a propósitos de comercio y contabilidad.

1600 a.C. – La escritura china

Los actuales caracteres chinos son el resultado de una continua evolución y utilización desde que el sistema fue diseñado en una época hace más de tres mil años.

1200 a.C. – El alfabeto fenicio

Los fenicios crean un sistema que transcribe el lenguaje fonéticamente (en lugar de estar basado en la representación de conceptos o sílabas). Esto hace que el número de caracteres disminuya drásticamente y facilite el aprendizaje de la lectura y la escritura, lo cual significa el primer paso hacia la posibilidad de una sociedad alfabetizada.

800 a.C. – La remodelación griega y romana

En Grecia se adopta el alfabeto fenicio, originalmente formado tan sólo por consonantes, y se le añaden vocales hasta lograr un conjunto de veinticuatro letras. Los romanos toman este alfabeto griego y lo transforman para poder escribir latín, aún sobre materiales como el papiro o las tablillas de madera. A través del Imperio Romano y gracias a su sencillez, el alfabeto termina extendiendo y asentándose por toda Europa.

300 a.C. – 600 d.C. – El pergamino y la difusión del códice

Cuando el papiro dejó de ser exportado desde Alejandría, el pergamino pasó a reemplazarlo como soporte principal. Este material consiste en piel fina de animales, como los novillos o las ovejas.

Aunque también se producían rollos de pergamino –y más tarde de papel, descubierto por los chinos en el siglo II a.C.-, los romanos fueron pasando gradualmente a un nuevo formato. El códice era un tipo de libro visualmente similar a los que manejamos hoy en día, con páginas separadas pero enlazadas entre sí por tapas en ambos lados. Los monjes cristianos ayudaron a extender su uso al escribir casi todas las ediciones de la Biblia en códice.

1100-1500 d. C. – El gran crecimiento en la producción de libros

Aparecen las universidades y la demanda de libros aumenta. Alrededor de 1440 Gutenberg inventa la imprenta, lo cual da lugar a un método muchísimo más rápido y fiable para transcribir y copiar textos en comparación con la escritura a mano. Su éxito fue inmediato y se propagó por toda Europa. Aunque la Biblia de Gutenberg se conoce como la primera impresión transcendental, tras ella se acumulan más de 20 millones de copias impresas de diferentes textos en un intervalo de tan sólo cincuenta años. Estos libros, impresos en Europa antes de 1500, son llamados “incunables” y se diferencian de las obras actuales por varias características: entre ellas, que al igual que los códices, carecen de portada, letras iniciales o un texto fragmentado, y las páginas están escritas sólo por una de las caras.

Los libros del futuro

Los soportes digitales están comenzando a demostrar que un nuevo cambio revolucionario podría tener lugar en cuestión de pocos años. Cada vez son más las personas que, en lugar de manejar libros impresos, leen versiones escaneadas o transcritas desde la pantalla de su ordenador o la de otros dispositivos. Entre todos los formatos para la escritura de texto que han existido hasta la fecha, el documento digital es el que nos ofrece la mayor disponibilidad, más fácil accesibilidad, más eficaz clasificación, más rápida reproducción y transportabilidad, e incluso quizá la más segura forma de preservación para los contenidos.

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