Vivimos en una sociedad en la que, desgraciadamente, ya estamos tristemente acostumbrados a soportar a gente cuyo único deseo es perturbar. No es nada difícil encontrarnos con alguien que rompe papeleras u otro tipo de material urbano, o quien en las aulas se dedica a molestar a los compañeros y entorpecer el devenir de la clase. Hay gente que disfruta creando polémica e internet, ése mundo virtual que, por supuesto, no está a salvo de este mal endémico que sufre la sociedad. Amparados en el anonimato bajo el que nos permite escondernos la red de redes, hay gente que se dedica a escribir en foros y blogs especialmente con el único objetivo de romper la calma y tranquilidad que en ellos se respira. Sin ningún tipo criterio, se dedican a llevar la contraria por sistema, y la mayoría de las veces insultan y faltan al respeto de la gente que civilizadamente participa en las páginas asaltadas por estos vándalos o Trolls, que es como coloquialmente se les conoce. Estos vándalos no desean discutir, no exponen razones, simplemente buscan quebrar la paz de ciertas comunidades virtuales.
Si en tu blog o en algún foro en el que participes aparece un Troll, lo mejor que se puede hacer es ignorarlo, no contestarle y, si es posible, borrar sus mensajes, aunque siga escribiendo continuamente. Muchas veces se hacen pasar por usuarios conocidos de los foros en los que atacan, y es en estas ocasiones cuando hay que tener especial cuidado, sobre todo si es tu nombre el que utilizan. Tuve una mala experiencia cuando hace unos meses uno de estos vándalos informáticos comenzó a sabotear mi blog, insultando sistemáticamente a todo el cantante del que hablaba (es un blog musical), y yo, principiante como era, le contestaba, pidiéndole por favor que no volviera a entrar en mi página, hasta que perdí los papeles y me puse a su altura, insultándolo. Craso error. Ellos disfrutan viendo como pierdes los papeles, así que un compañero más veterano que yo en estos lares me recomendó borrar sus mensajes y no contestarle, y es así como, al poco tiempo, desapareció y a día de hoy la paz reina en mi espacio, no ha vuelto a aparecer desde hace tiempo. Hay que tener en cuenta que un Troll insistente puede hacerte tanto daño que te puede llegar a obligar a cerrar el blog de tanto sabotearlo, hay que saber hacerles frente, y la mejor manera es la que os he contado; ignorándolos
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